Tú me acusas, me acusas, me acusas
y yo me callo, me callo, me callo
Si tú no escuchas, no escuchas, no escuchas
pues yo no hablo, no hablo, no hablo.
Por más que levantes la voz,
por muchos gritos que des,
la verdad no tiene miedo
porque tiene más poder.
Hay un juez llamado tiempo
que siempre dicta sentencia,
y en una silla me siento
a la luz de la paciencia tranquilamente,
con mi pecho abierto al viento
porque el corazón no miente.
Si no me quieres libre, si no me quieres libre
tal y como soy,
recojo mis ilusiones cojo la puerta y me voy.
No hay razón, no hay razón
de mantener una candela cuando ya ha salido el sol.
Doy mi palabra,
que soy capaz de enfrentarme a la peor de las tormentas
si es que hacen llorar a mi niña.
Doy mi palabra, que venceré a sus vientos,
y a sus truenos, y a sus aguas si le mojan la sonrisa.
Doy mi palabra, yo doy mi palabra
de que si es por emoción, o por un beso de amor
bienvenida sea tu lágrima.
Pero si alguien intentara hacerte daño
y a tu boquita no dejara sonreír
tendrá que vérselas conmigo,
y yo te juro por Dios Santo
que a mí no puede vencerme nada,
nada cuando se trata de ti.
(El Arrebato)
Aysss que bonito!!!
ResponderEliminarSin duda...a nuestros hijos que no nos los roce ni el aire.
Un beso.
Mary-Carmen
Oleeeeeeeee,que bonito...... que poquito nos queda Paqui,un abrazo
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